jueves, 20 de julio de 2017

¿Me quiere o me maltrata?


Foto: Miguel Morales

Por Beatriz Rey Tilve

A pesar de toda la información que manejamos, cuando se trata de nuestra vida y nuestros sentimientos filtramos lo que sabemos de manera que se acomode a lo que deseamos. Revisa si alguna de las siguientes situaciones son frecuentes en tus relaciones de pareja:

Abandono Emocional. Es cuando esperamos de nuestra pareja cierta afectividad y ésta no se manifiesta. La pareja se muestra apática, sin interés por el otro y por lo que le ocurre o le cuenta, no da muestras de afecto, no inicia interacciones ni  intenta el contacto, no entiende cómo se siente la pareja ante situaciones importantes. Se muestra egoísta o indiferente ante  momentos difíciles para su pareja.

Falta de Empatía. Es cuando tu pareja no entiende cómo te sientes ante situaciones importantes para ti, no es capaz de ponerse en tu lugar, y aún peor, puede que hayas intentado explicárselo y tu pareja muestre incomprensión o rechazo ante tus sentimientos.

Descalificación. Ocurre cada vez que tu pareja pone su mirada en tus defectos y errores y los utiliza para hacer bromas sarcásticas, especialmente ante otras personas. O te manda callar aduciendo que no entiendes del tema. Se burla o ridiculiza tus gustos, tu trabajo, tus aficiones, tu procedencia o tu educación. Y utiliza adjetivos descalificativos de manera constante cuando se refiere a ti.

Violencia Verbal. Es cuando las frases ofensivas hacia ti son el común denominador de cualquier diálogo, y recibes amenazas, injurias, calumnias, gritos, insultos, descalificaciones, desprecios, burla, humillación, ironías y críticas permanentes. La violencia verbal también puede ser sutil, disfrazada como un chiste, con comentarios envenenados revestidos con una sonrisa o de ‘buenas intenciones’.

Amenazas. Se manipula a la pareja haciendo que surjan en ella sus mayores temores, aniquilando lentamente su autoestima. Las amenazas pueden ser de abandono, amenazas con herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños, etc.

Control excesivo. Ocurre cuando no hay libertad de expresión dentro de la relación, cuando la pareja exige un 99% del tiempo y la atención, cuando se reciben llamadas y mensajes constantemente, cuando la pareja se cela de todo y de todos y cuando sientes la necesidad de hacer cosas a escondidas para no tener que darle explicaciones o temes su disgusto y reacción. También puede consistir en un intento de aislamiento o control de la vida del otro mediante vigilancia de sus actos y movimientos, o restringiendo las relaciones con amigos o familiares.

Culpabilización. Cuando tu pareja consigue que te sientas mal por cosas que ni siquiera has hecho o por situaciones o palabras que otra persona no consideraría que están mal. Y terminas sintiéndote responsable de los cambios de humor de tu pareja.

Presión Económica, Cuando hay un control abusivo de las finanzas por parte de tu pareja, impidiéndote trabajar, o solicitando justificación de los gastos, o dándote un presupuesto límite o impidiéndote el acceso a los ahorros familiares.

Aislamiento Emocional. Ocurre cuando tu pareja te recrimina las (pocas) salidas que tienes con tus amistades o familia, o se queja de que hables o visites a familiares, hijos o amigos en común. Suele ir aparejado con la descalificación y desprestigio de estas personas importantes para ti.

Si  has contestado ‘si’ a más de una de estas situaciones, probablemente estés en una relación abusiva donde eres víctima de maltrato emocional o psicológico.


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