A pesar de toda la información que manejamos,
cuando se trata de nuestra vida y nuestros sentimientos filtramos lo que
sabemos de manera que se acomode a lo que deseamos. Revisa si alguna de las
siguientes situaciones son frecuentes en tus relaciones de pareja:
Abandono
Emocional.
Es cuando esperamos de nuestra pareja cierta afectividad y ésta no se manifiesta.
La pareja se muestra apática, sin interés por el otro y por lo que le ocurre o
le cuenta, no da muestras de afecto, no inicia interacciones ni
intenta el contacto, no entiende cómo se siente la pareja ante
situaciones importantes. Se muestra egoísta o indiferente ante momentos difíciles para su pareja.
Falta de Empatía. Es cuando tu
pareja no entiende cómo te sientes ante situaciones importantes para ti, no es capaz de ponerse en tu lugar, y aún
peor, puede que hayas intentado explicárselo y tu pareja muestre incomprensión
o rechazo ante tus sentimientos.
Descalificación. Ocurre cada vez que tu pareja pone su
mirada en tus defectos y errores y los utiliza para hacer bromas sarcásticas, especialmente
ante otras personas. O te manda callar aduciendo
que no entiendes del tema. Se burla o ridiculiza tus gustos, tu trabajo, tus
aficiones, tu procedencia o tu educación. Y utiliza adjetivos descalificativos de
manera constante cuando se refiere a ti.
Violencia Verbal. Es cuando
las frases
ofensivas hacia ti son el común denominador de cualquier
diálogo, y recibes amenazas, injurias, calumnias, gritos, insultos,
descalificaciones, desprecios, burla, humillación, ironías y
críticas permanentes. La violencia verbal también puede ser
sutil, disfrazada como un chiste, con comentarios envenenados revestidos con
una sonrisa o de ‘buenas intenciones’.
Amenazas.
Se manipula a la pareja haciendo que surjan en ella sus mayores temores,
aniquilando lentamente su autoestima.
Las amenazas pueden ser de abandono, amenazas con herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños,
etc.
Control
excesivo. Ocurre cuando no hay libertad de expresión dentro de
la relación, cuando la pareja exige un 99% del tiempo y la atención, cuando se
reciben llamadas y mensajes constantemente, cuando la pareja se cela de todo y
de todos y cuando sientes la necesidad de hacer cosas a escondidas para no
tener que darle explicaciones o temes su disgusto y reacción. También puede consistir en un intento
de aislamiento o control de la vida del otro mediante vigilancia de sus actos y
movimientos, o restringiendo las relaciones con amigos o familiares.
Culpabilización.
Cuando tu pareja consigue que te sientas mal por cosas que ni siquiera has
hecho o por situaciones o palabras que otra persona no consideraría que están
mal. Y terminas sintiéndote responsable de los cambios de humor de tu pareja.
Presión Económica, Cuando hay un
control abusivo de las finanzas por parte de tu pareja, impidiéndote trabajar,
o solicitando justificación de los gastos, o dándote un presupuesto límite o impidiéndote
el acceso a los ahorros familiares.
Aislamiento Emocional. Ocurre cuando tu pareja te recrimina las (pocas) salidas que tienes con tus amistades o familia, o se queja de que
hables o visites a familiares, hijos o amigos en común. Suele ir aparejado con
la descalificación y desprestigio de estas personas importantes para ti.
Si has
contestado ‘si’ a más de una de estas situaciones, probablemente estés en una relación
abusiva donde eres víctima de maltrato emocional o psicológico.